CONCURSO PREVENTIVO - 1.ª ED. 2003

ÍNDICE GENERAL
LEY 24.522
CONCURSOS Y QUIEBRAS

DE LOS CONCURSOS

TÍTULO I
PRINCIPIOS GENERALES
TÍTULO II
CONCURSO PREVENTIVO
CAPÍTULO I
REQUISITOS
SECCIÓN I
REQUISITOS SUSTANCIALES
CAPÍTULO II
APERTURA
SECCIÓN I
RESOLUCIÓN JUDICIAL
SECCIÓN II
EFECTOS DE LA APERTURA
CAPÍTULO III
TRÁMITE HASTA EL ACUERDO
SECCIÓN I
NOTIFICACIONES
SECCIÓN II
DESISTIMIENTO
SECCIÓN III
PROCESO DE VERIFICACIÓN
SECCIÓN IV
INFORME GENERAL DEL SÍNDICO
CAPÍTULO IV
PROPUESTA, PERÍODO DE EXCLUSIVIDAD Y RÉGIMEN DEL ACUERDO PREVENTIVO
CAPÍTULO V
IMPUGNACIÓN, HOMOLOGACIÓN, CUMPLIMIENTO Y NULIDAD DEL ACUERDO
SECCIÓN I
SECCIÓN II
HOMOLOGACIÓN
SECCIÓN III
EFECTOS DEL ACUERDO HOMOLOGADO
SECCIÓN IV
NULIDAD
SECCIÓN V
INCUMPLIMIENTO

Establecer-como lo hace el artículo 1º- que la cesación de pagos es el presupuesto para la apertura del concurso, equivale a afirmar que ese fenómeno, que es causa específica de la imposibilidad de pagar en que se encuentra el deudor, halla en la vía concursal su remedio.
Y hemos visto que ese remedio consiste en sustituir la acción individual de los acreedores por un procedimiento en cuyo ámbito se habilita la concurrencia de todos ellos, sobre todo el patrimonio del deudor común, a fin de reparar en base a pautas igualitarias -salvo las preferencias de ley- la insatisfacción que les provoca la crisis económica de este último.
No obstante, ese procedimiento admite en nuestra ley dos diversos modos: liquidativo y no liquidativo.
El primero es la quiebra, en cuyo ámbito se procede a liquidar los bienes del fallido para repartir a prorrata su producto entre los concurrentes.
El segundo es el concurso preventivo -judicial o extrajudicial-, en el que los efectos desfavorables de la insolvencia son absorbidos por los acreedores mediante el sacrificio que les imponga el acuerdo al que arriben con el deudor; acuerdo con el que se procura sanear el patrimonio de éste sin liquidarlo, con vistas a permitir la supervivencia de su empresa como unidad dinámica.

Es que, como ya hemos dicho, la crisis económica no se presenta siempre del mismo modo, ni tiene en todos los casos la misma intensidad. A veces, sólo coloca al deudor en una dificultad transitoria para cumplir con sus obligaciones, mientras que, en otras ocasiones, acarrea su imposibilidad irreversible de afrontar tal cumplimiento. Y aun dentro de este último supuesto, no siempre tiene la misma incidencia en la explotación empresaria: a veces no obsta a que la empresa mantenga su productividad normal, mientras que otras, afecta irremediablemente el giro empresario.

Es precisamente tal diversidad la que justifica la multiplicidad de institutos contemplados en la ley para su solución', uno de los cuales -el concurso preventivo-, es regulado en esta sección.
Mediante este instituto se pone marcha la aplicación de un conjunto de normas enderezadas a crear el marco procesal y sustancial que permita al deudor llegar a un acuerdo con sus acreedores, idóneo para superar la insolvencia.
Pero para lograr ese acuerdo no es necesario el consentimiento de la totalidad de dichos acreedores, sino sólo el de la mayoría legalment prevista, siendo impuesto a los disidentes, aun cuando importe "despojar" a éstos de una fracción más o menos importante de sus créditos.