Cuando se explora el tema de la protección del consumidor en sus orígenes, es inveitable representar al Derecho del consumidor como un caballero errante que aparece en esta tierra y prosigue su camino, guiado por la fuerza de los eventos y de la presión social, sin una estrategia, sin una organización, sin saber realmente hacia dónde se dirige ni por qué o para qué en esa dirección, sin tener conciencia ni del impacto que podría ejercer en distintas áreas del Derecho y en las políticas económicas de los países y/o bloques de integración económica o regional donde se radica ni de la influencia que se pudiera recibir de otros sectores . Nuestro caballero, simplemente, pareciera avanzar con la consigna de la protección de n sujeto considerado débil en algunas relaciones jurídico-económicas, pero, inesperadamente, se transforma en el fenómeno de mayor relevancia en la reciente historiadel Derecho privado y, en especial, del Derecho contractual.