La producción científica europea ha suscitado en el mundo jurídico latinoamericano gran interés, al tiempo que ha inspirado numerosos e importantes trabajos de traducción dirigidos a facilitar la difusión del pensamiento madurado en el llamado viejo continente. Se trata, en todo caso, de un interés que no ha sido realmente recíproco, puesto que la doctrina europea no conoce la riqueza y el gran nivel de los autores latinoamericanos. Sin embargo, son numerosas las ocasiones de intercambio que ellos, estudiosos serios y apasionados, ofrecen cotidianamente a sus colegas europeos.