Algunas veces encuentras en la vida una amistad especial: ese alguien que al entrar en tu vida la cambia por completo. Ese alguien que te hace reír sin cesar; ese alguien que te hace creer que en el mundo existen realmente cosas buenas. Ese alguien que te convence de que hay una puerta lista para que tú la abras. Esa es una amistad eterna....
Pablo Neruda
Es para nosotros motivo de enorme orgullo y alegría presentarles esta obra en homenaje a nuestra querida amiga Mirentxu Corcoy Bidasolo, editada por BdeF y que se suma al libro que fuera publicado recientemente durante el pasado año 2022. No es una casualidad que sea esta la editorial que haya propiciado la publicación de esta obra, dada la relación de amistad de varios años que une a la homenajeada con su dueño, Julio Faira. Extendemos, en nombre de todos los autores, el más sincero agradecimiento a la editorial por posibilitar la publicación de este libro.
Nuestra homenajeada se licenció en Derecho en la Universidad de Barcelona en junio de 1982, obteniendo el titulo de Doctora en Derecho el 30 de junio de 1988 con la calificación Cum Laude, Fue nombrada Profesora Titular de Universidad en noviembre de 1989, Catedrática de Universidad por la Universidad Pública de Navarra el 23 de noviembre de 1998 y, finalmente, por la Universidad de Barcelona el 7 de febrero de 2006, siendo una de las primeras mujeres catedráticas en Derecho Penal de España, una disciplina tradicionalmente copada por hombres. Además, fue la segunda mujer catedrática del Estado español en obtener los cinco sexenios necesarios para poder formar parte de tribunales de cátedra, poniendo en valor el papel de la mujer en el mundo universitario. No es bala-dí esta mención, dada la dificultad histórica de la mujer para acceder a cargos de relevancia, no solo en las universidades españolas, sino también en todos los ámbitos relacionados con el Derecho, que han sido tradicionalmente monopolizados por hombres.
Cualquier semblanza que pretendiera describir con completitud el fecundo aporte que Mirentxu Corcoy ha efectuado a la ciencia penal, seguramente quedarla inconclusa en el estrecho espacio que destinaremos a la presentación de este libro. De ahi que hemos decidido concentrarnos en mencionar algunas razones que permitan explicar el espíritu que ha inspirado esta obra, esto es, el hecho de que varias decenas de amigos hayan decidido rendir tributo a quien tanto aprecio y admiración profesan. En esa misma línea, este libro constituye también una pequeña muestra de gratitud, para retribuir simbólicamente a quien tanto le debemos en el ámbito profesional y humano.
Lo que sí quisiéramos destacar de su trayectoria es su marcado interés por la práctica jurídica en la producción académica, que no se reduce solo a su extensísimo aporte escrito ni a sus conferencias, clases y seminarios. Aun cuando cada intervención suya ha tenido en cuenta los casos reales (tanto los cotidianos como los más complejos), el valor agregado es la experiencia de vida. Mirentxu Corcoy nos enseña que el Derecho penal es mucho más sencillo y mundano de lo que -con usual simulada tecnocracia- siempre se quiso enseñar. Ella nos transmitió el verdadero Derecho penal. Una disciplina ecuménica, rigurosa y consistente pero, por muy compleja que fuera, accesible y sobre todo humana y popular.
En conjunto con su maestro, Santiago Mir, Mirentxu Corcoy logró consolidar, al interior del Departamento de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona, una escuela de penalistas que no solo destaca por su sólida formación y productividad científica, sino también por su calidez humana. Quienes han tenido la fortuna de cursar alguno de los programas académicos que allí se imparten, de participar de algún seminario, de realizar alguna estancia de investigación o cualquier actividad análoga, seguramente concordarán con nosotros en que en ese lugar se percibe un ambiente especial, el cual trasciende lo puramente académico. En la formación de ese clima exquisito, la calidad humana e impronta de nuestra homenajeada ha tenido una incidencia indiscutible. Solo personas con el carisma de Mirentxu son capaces de enriquecer la enseñanza jurídica, con esa humanidad, alegría, cercanía y fraternidad, tan necesarias para forjar relaciones que transcienden lo puramente profesional y académico.