El Derecho no puede analizarse en forma aislada, como en su tiempo lo afirmaba Kelsen, sino que requiere para su estudio el necesario auxilio de otras ciencias no jurídicas, como la historia, la sociologia, la filosofia y, desde mediados del siglo XX, de la economia.
En la actualidad no se puede comprender el Derecho Público sin entender los elementos básicos de las teorías económicas.
Es por este motivo que entendí necesario realizar este trabajo al que he denominado Derecho Público Económico, donde he abordado una temática muy poco tratada por la doctrina nacional, mientras que en Europa y en los Estados Unidos son temas imprescindibles para la formación de nuevos juristas, a los que se les dedica considerable tiempo de análisis.
Si decimos que la Economía es la ciencia de las elecciones humanas en la distribución de recursos escasos o en la selección de fines alternativos, el Derecho Público ha de considerarse la principal herramienta orientadora de las distintas opciones a disposición de los agentes económicos, pudiendo desde proscribirlas o sujetarlas a infranqueables límites, hasta incentivarlas y fomentarlas, amparándolas con una cobertura formal protectora.
A lo largo de esta obra se podrá apreciar que he formulado conceptualizaciones para cada uno de los puntos abordados, partiendo de la Constitución Económica, la Actividad Financiera, la Hacienda Pública, la importancia de la Planificación y del Presupuesto, como también el Contralor de la Actividad Económica.
La perspectiva económica, desde el punto de vista de la asignación eficiente de los recursos, requiere indefectiblemente tanto de las decisiones jurídicas como políticas