El éxito de una investigación penal, y de su posterior defensa de derechos, va a depender, en parte, del buen manejo de las evidencias físicas o elementos probatorios que se secuestren en el lugar de los hechos; siempre y cuando dicho procedimiento se lleve a cabo respetando el debido proceso y demás garantías constitucionales de toda persona sometida a juicio.
Claro está que entendemos que este tema es de muy difícil aplicación en pos de resguardar las mencionadas garantías constitucionales por parte de los operadores
de la justicia penal y/o del personal de las fuerzas de investigación o seguridad. Este libro tiene por fin desentrañar el motivo de lo poco sencillo que resulta que dicha parte del procedimiento se a llevada a cabo en forma eficaz, transparente y con precisión.
Entendemos que una de las causas es la poca preparación que existe por parte del sistema para los intervinientes del procedimiento.
Nuestra misión es ofrecer determinadas pautas sobre la utilidad del planteo de nulidad por parte del abogado litigante, respecto de los actos inválidos que se puedan detectar sobre esta problemática. No caben dudas de que estas prácticas pueden ser mejoradas, pero para ello, se debe entrenar, en primer lugar, a los que intervienen en un primer momento en la recolección de la prueba; y, en segundo lugar, a los funcionarios y empleados de la justicia criminal, quienes deberán profundizar con precisión quirúrgica sobre los temas que desarrollaremos en el presente libro.
Este trabajo está destinado a los estudiantes de derecho y a aquellos abogados que sufren a diario diferentes irregularidades del proceso penal y que muchas veces aceptan (casi resignados) las deficiencias del sistema judicial.
La experiencia en el litigio nos permite afirmar que, en la mayoría de los casos, tanto la recolección de elementos de prueba como su posterior procedimiento policial y judicial se realizan de forma sumamente artesanal (y, en la gran mayoría de los casos, de una forma sumamente desprolija.
Conocer esta temática y sus diversos matices en profundidad nos permitirá llegar con éxito al resultado de un proceso penal, ya sea en el plano material como en el formal, aun cuando la situación procesal de nuestro defendido sea sumamente adversa.