Este pequeño manual reúne los conocimientos capitalizados con los primeros juicios por jurados realizados en la provincia de Buenos Aires y el resto de la República Argentina. Sin embargo, es aplicable en cualquier lugar del mundo donde se litigue ante jurados populares.
No se trata de un texto que exprese opiniones a favor o en contra de este sistema de juzgamiento, sino que está pensado para que los fiscales y defensores en el debate penal apliquen una serie de técnicas que les permitan ganar el caso.
Tampoco se exponen en esta obra los métodos comunes a todos los juicios penales. Va de suyo que el fiscal y el defensor deberán, como en todo debate oral, hacer una cuidadosa preparación del caso, una esmerada producción de la prueba y una efectiva exposición de los alegatos.
Aquí sólo se plasman aquellas estrategias que son especialmente provechosas para manipular al jurado popular, cuyos miembros no cuentan con formación jurídica, preparación académica, conocimientos técnicos ni experiencia judicial.
A pesar de ello, el fiscal o el defensor no deben caer en el error de subestimar al jurado. No es que cualquier táctica o artilugio prospera ante ellos. Al menos, no en la mayoría de los casos.
Pero si es un error subestimar al jurado, mucho peor es sobrestimarlo, es decir, idealizar su capacidad para juzgar. Al jurado se lo debe abordar tal como es, y no como quisiéramos que fuera.
El basamento de este libro, entonces, es el realismo más crudo. No hay lugar en él para ideas románticas sobre lo que podría ser un jurado popular, que generalmente hace que los fiscales y defensores pierdan el litigio. Tampoco para menosprecios excesivos, que no sirven para delinear una estrategia eficaz en el debate.
El resultado final es un libro que recoge una serie de técnicas que facilitarán al fiscal o al defensor ganar el juicio por jurados en el que intervenga. Salvo que el contrincante se valga también de estas mismas estrategias, en cuyo caso podrá neutralizarlas y no ser derrotado tan fácilmente.