Apenas unos cientos de lectores pueden llegar a leer el trabajo, unos pocos lo leerán ávidamente y aun menos personas tomarán cada una de las afirmaciones que contiene como un reto para ser rebatidas y someterlas a comprobación más tarde. Este libro ha sido escrito para unos pocos; por lo menos, ése fue el pensamiento al comenzar a escribirlo. A medida que el tema fue siendo desarrollado, muchos otros expresaron interés: abogados, escritores de ficción y hasta legos en la materia, parecían verse atraídos por el mismo. "No imaginé que hubiese tanto por decir al respecto", fue la reacción más común. Ningún lector crítico debe aceptar ciegamente lo que está aquí escrito, por el solo hecho de estar impreso, tampoco opinión alguna como un hecho absoluto, pero sí como una luz que brilla en un lugar pequeño del mundo, y que necesita ser estudiada cuidadosamente.