La génesis y el sentido del derecho administrativo fue, históricamente, y en términos conceptuales la limitación al poder estatal. A su vez, este límite encontró su razón de ser en el respeto por los derechos de las personas. En síntesis, la construcción del derecho administrativo representó el equilibrio entre el poder del Estado y los derechos de las personas en el contexto del Estado liberal de derecho.
Cabe recordar que en el marco del Estado absoluto las limitaciones al poder fueron mínimas y que el avance y desarrollo de estas fue lento y paulatino. Luego, tras las revoluciones liberales del siglo XIX Francia y Estados Unidos y el advenimiento del Estado liberal, el derecho comenzó a crear y sistematizar los principios y reglas propias del poder privilegios y, especialmente como hecho más novedoso, sus limitaciones jurídicas.
Este nuevo derecho que nace en ese entonces es el derecho administrativo, es decir, un límite ante el poder absoluto del Estado (los Estados monárquicos). Ese es el fundamento y el porqué de este conocimiento científico. Así, el Estado de derecho logró encuadrar al Estado en el mundo jurídico utilizando al derecho administrativo como un instrumento con técnicas propias y específicas (personificación del Estado y creación de derechos y obligaciones entre este y las personas humanas).