La autora nos presenta una obra centrada en los problemas de los aborígenes canadienses, donde describe las áreas culturales de las primeras etnias, sus sistemas de organización social y sus creencias antes de la llegada de los europeos. Después examina el impacto del proceso de colonización en estos pueblos, haciendo referencias a las leyes y las instituciones generadas por este proceso.
Presenta, asimismo, adtos estadísticos clave sobre los indices de encarcelamiento y comisión de delitos en estas comunidades y explica cómo una minoría étnica que, históricamente, ha sido situada entre los grupos más vulnerables de su respectiva sociedad ha jugado un papel activo para lograr que la administración de justicia penal y los servicios penitenciarios reconozcan la necesidad de establecer programas acorde a sus valores, tradiciones y nociones de justicia.
El libro, en suma, aporta una visión global de cómo los pueblos aborígenes de Canadá están a la vanguardia de un movimiento con profundas implicaciones políticas, jurídicas, sociales y económicas del cual tenemos mucho que aprender.