La obra llega a su tercera edición gracias a la recepción generosa que ha tenido en el auditorio jurídico, lo que, aunado a las ya primeras líneas de decisión judicial ha obligado a confrontar cada una de las nuevas figuras procesales, a la par que se hace evidente la necesidad de marcar su relevancia luego de cuatro años de práctica.
Así mismo, cada vez más se acrecienta la necesaria integración normativa para lograr encontrar el sentido cabal a la sistemática y a cada uno de sus actos procesales, lo que ha exigido la elaboración de nuevos capítulos como es el caso de las nulidades procesales y las pruebas que rigen dentro del juicio contencioso en virtud de la complementación legal que ofrece el Código General del Proceso, lo que procura un examen mucho más detallado y armónico en cada caso.
A estas nuevas elaboraciones se ha sumado una revisión histórica frente al sentido de la pretensión de reparación directa y su desarrollo hasta configurar lo que hoy remarca un derecho de daños sensible con el ser humano y todas sus manifestaciones; en idéntico sentido, el capítulo de la prueba ha recibido un fortalecimiento de cara a los cimientos teóricos que contemporáneamente delimitan los estándares procesales y la comprensión del sentido jurídico y práctico de la correcta intelección de la premisa fáctica dentro del argumento judicial que se maximiza dentro de la sentencia.