La presente obra Crítica a la Criminología que la Editorial Temis reedita ahora tantos años después de que Roberto Bergalli la publicara, es una formidable manera de acercarse un poco más a la producción que Roberto realizó a lo largo de su vida y, más aún, a la evolución que él mismo experimentó desde su juventud a su madurez. En efecto, los diecisiete capítulos o títulos que, ahora y a diferencia de la obra original, conforman esta publicación muestran la evolución de un pensamiento que se fue nutriendo y enriqueciendo a lo largo de toda su biografía y de muchas experiencias personales, temporales y territoriales. Repasemos si quiera brevemente, el contenido de esta publicación tal y como ahora se presenta, que es además variada en distintas temáticas.
La obra contiene unos cuantos capítulos en los que Bergalli reflexionó con mucha profundidad sobre el papel de la disciplina de la Criminología en América Latina. Y cuando digo el papel que semejante ciencia cumplió hace décadas, aludo al rol desempeñado tanto en el campo del conocimiento y de su enseñanza en la Universidad, como en la imbricación política de la Criminología en los planes de desarrollo nacional en países de América Latina. Destaca allí el sustrato de la "ideología de la defensa social", como fuera denominada por Alessandro Baratta, que impregnaba tantas actuaciones: desde los planes de estudio académicos, hasta los propios proyectos institucionales y políticos. Ergo, se trataba de una Criminología absolutamente funcional al mantenimiento del status quo del orden político-económico de la América Latina de la década de los años setenta y ochenta. Así, la Criminología seguía apegada a un paradigma etiológico de la criminalidad y actuaba selectivamente contra unos en tanto que, deliberadamente, decidía mirar para otro lado frente a la delincuencia del poder (político, económico y militar) de aquellos afios.