Roberto Ramírez Fuertes, jurista de nota y profesor universitario por vocación, brinda ahora a la audiencia jurídica del país y, particularmente a sus alumnos, una nueva obra: Generales de derecho, personas y familia, en la cual hace una presentación armoniosa de distintos aspectos históricos, vinculados al derecho español en América; la Génesis de nuestro derecho público; la naturaleza del acto jurídico, etc., para navegar luego en el campo de la filosofía jurídica y hacer una presentación breve, pero importante, de los principios generales del derecho y del derecho natural; adentrándose, igualmente, en nociones tan complejas como las que tocan con el universo que tiene el derecho subjetivo y el derecho objetivo.
Reconforta el espíritu la circunstancia de que en momentos de tanta crisis, particularmente en Colombia, personas de estudio, como el doctor Roberto Ramírez Fuertes, conserven su fe en el reino de la bella ciencia. Su obra es un tributo a la ley y al derecho, que se explica por sí sola pues su razón de ser está en la sustancia y en las palabras liminares donde leemos que ella pretende ... servir al estudiante, al recién egresado y, quizá, al litigante inquieto con afán de mayor información. Estas palabras me hicieron recordar al maestro Carlos Cossio, cuando en el Preámbulo y Dedicatoria a su obra Radiografía de la teoría egológica del derecho, relata que en 1961 los profesores de la Facultad de Derecho de la Universidad de Ceará tomaron la iniciativa de finalizar el año académico organizando un certamen en el cual los estudiantes, por votación, harían conocer los tres autores, entre aquellos que estuvieran en la bibliografía de sus asignaturas, que más habían despertado su inquietud y más habían llegado a interesarles; el pronunciamiento de la audiencia juvenil fue por el profesor Carlos Cossio. Anota, finalmente, que después la congregación de profesores adjudicó el primer premio al estudiante que actuó de mantenedor de la candidatura del citado jurista y filósofo.
La breve historia narrada me ha despertado un sentimiento: el referente al vacío de reconocimiento que la universidad tiene con el maestro Ramírez Fuertes, a quien se le debe el homenaje a su maestría para subrayar el universo amoroso y serio de sus enseñanzas.
Julio César Uribe Acosta
Bogotá, 12 de agosto 2004