Dos de los rasgos que configuran la posición institucional de los órganos jurisdiccionales parecen tener carácter definitorio: el primero de ellos es que estos órganos son titulares de la potestad de dictar determinaciones aplicati-vas de carácter obligatorio; el segundo es que esos mismos órganos son destinatarios de normas que les imponen deberes relativos al ejereicio de tal potestad (muy fundamentalmente, el que las determinaciones por ellos dictadas sean verdaderamente aplicativas, esto es, fundadas en un cuerpo de normas preexistentes y no, por ejemplo, en su personal sentido de la justicia o en su apreciación de cuál sea la mejor manera de eomponer los intereses de las partes).
Este libro cuya primera edición es de 1990 trata sobre la articulación y las tensiones entre tal potestad y tales deberes desde la perspectiva de dos de las teorías del derecho más influyentes del siglo XX: las debidas a Hans Kelsen y a Herbert L. A. Hart.