El libro muestra el conocido afecto de Haberle por nuestro continente y su gratitud por el largo y fértil diálogo académico establecido con nuestra comunidad jurídica. Afecto y gratitud se realizan en un movimiento vivace: un estudio sugerente de los elementos textuales y contextúales del constitucionalismo latinoamericano en el que la comparación jurídica se asume como parte de un proceso de aprendizaje mutuo.
Este enfoque es suficiente para dotar al autor de una perspectiva equilibrada desde el principio. Su visión es consciente de que hay momentos en los que el cosmos constitucional latinoamericano tiene un perfil platónico, tal es su desconexión con una realidad a menudo desoladora; sin embargo, el autor prefiere valorar las soluciones creativas forjadas para hacer frente a este estado de cosas. En el entorno latinoamericano, según Haberle, los ciudadanos "viven sus Constituciones; se las toman en serio incluso durante las crisis y catástrofes. Las florecientes comunidades nacionales de doctrinarios constitucionalistas, sobre todo en Brasil, Colombia y Peni, así como en México y Argentina, permiten considerarlas, junto con la jurisdicción de alto nivel de esos lugares (tribunales constitucionales o Cortes Supremas), Constituciones seriamente vividas...