Una teoría no es un saber en sí mismo, sino una herramienta para el pensamiento (siempre dentro de una disciplina dada). De otro modo lo único que haríamos sería repetir consignas de forma dogmática. Y una verdadera teoría (entendiendo como teoría el desarrollo de un cuerpo de ideas) no es un dogma.
Si estos cuatro trabajos pueden convertirse en herramientas de pensamiento para cualquiera que quiera hacer el intento de pensar el teatro, me daré por más que satisfecho.
El artista, en tanto trabajador específico, posee múltiples saberes sobre su trabajo: saber-hacer, saber-ser y saber abstracto. Los saberes de un artista van más allá de la esfera del trabajo. De allí la importancia de valorizar ese pensamiento, de estimularlo y registrarlo a través de diversos recursos, y especialmente compilarlo y hacerlo accesible a través de una edición ordenada.