La labor de los jueces puede ser dura, quizás demasiado. Los jueces son seres humanos que cargan con un enorme deber: procurar justicia. Esto es muy difícil cuando los asuntos que enfrentan tienen que ver con condiciones como la miseria, el analfabetismo, la violencia sexual entre otras.
En este libro, la autora escribe varios relatos en los que, desde un punto de vista muy humano, pone al alcance del lector lo difícil que es ser jueza y las aristas de una sociedad desigual que lucha por avanzar en su desarrollo.
Ni ciega ni muda resultará un libro de gran interés para quienes deseen sumergirse en los escalofriantes casos que una jueza pueda ver a lo largo de su carrera.