Entre los aspectos positivos de la ley se encuentran los procedimientos de oposición y cancelación de inscripciones, la competencia del notario por ubicación del inmueble (luego, parcialmente modificado por el Decreto Legislativo N° 1232), Y el deber de consulta de los documentos archivados para lograr, con ello, un estudio de títulos serio, informado y que realmente preste seguridad a los adquirentes. No obstante, todo se borra con el punto más oscuro de la reforma, por el cual se establece que el propietario falsificado pierde su derecho cuando se constituya un tercero de buena fe. Es decir, con tal norma, el titular legítimo se queda en la calle, sin tener culpa de nada, por obra y gracia de la irregular actuación de notarios y/o del registro, quienes pretenden mirar hacia el costado mientras eluden su responsabilidad de indemnizar a las víctimas. La presente obra postulá la in constitucionalidad del art. 5° de la ley, que despoja al propietario con el fin de beneficiar al tercero, en el mejor estilo de Robin Hood, al quitarle a uno para dárselo al otro, en tanto esa solución contraviene la cláusula de inviolabilidad de la propiedad, prevista en el art. 70° de la Constitución.
En suma, el libro contiene un estudio de la polémica Ley N° 3 o 313 desde una perspectiva institucional, por lo cual se pasa revista detallada de los principios registrales de legitimación y fe pública, del procedimiento registral y de la nueva competencia notarial por localización del predio, ahora regulada en el D. L. N° 1232, sin perjuicio de las nociones introductorias sobre el derecho, en general, y el derecho registral, en particular.