Las reformas constitucionales publicadas en junio de 2008 modificaron el procedimiento penal en su conjunto y han repercutido en aspectos esenciales del sistema penal acusatorio, pues han surgido algunas controversias respecto a los juicios orales en materia de delitos fiscales. Sin embargo, la mayoría de las fallas o desaciertos en los juicios orales estriba en la reticencia a dejar atrás las prácticas o criterios del viejo sistema penal (conocido como mixto o tradicional) y liberarse de las cadenas de la rigidez procesal que caracterizaba su dinámica cotidiana.
Es necesario reconocer la preponderancia de los principios del sistema oral (inmediación, publicidad, concentración, igualdad, contradicción, oralidad y continuidad) respecto de las superficialidades de índote formal, con base en el sentido común, la objetividad y el fin esencial de llegar a la verdad.
El presente trabajo analiza cuestiones prácticas que surgen en los juicios orales, con el propósito de resaltar la implementación de los principios del sistema oral, sin que ello signifique sacrificar la aplicación de las reglas establecidas en el código adjetivo o las formalidades esenciales del procedimiento.
