RUSKIN JOHN
Prefacio
Inntroducción
Capítulo I. La lámpara del sacrificio
Caapítulo II. La lámpara de la verdad
Capítulo III. La lámpara del poder
Capítulo IV. La lámpara de la belleza
Capítrulo V. La lámpara de la vida
Capítulo VI. La lámpara de la memoria
Capítulo VII. La lámpara de la obediencia
Notas
Para Ruskin la arquitectura no es sólo técnica de construcción, también es arte. Es el arte que dispone y adorna a los edificios levantados por el ser humano para el uso que sea, de modo que la visión de ellos contribuya a su salud mental, poder y placer. Ruskin, conocido ante todo por sus monumentales estudios de arquitectura y sus implicaciones históricas y sociales, denomina 'lámparas de la arquitectura' a la leyes que todo artista al momento de crear debe obedecer, y enumera siete: Sacrificio, con el cual el artista trabaja con un espíritu devoto. Verdad, a la que no se adaptan los que desean dar una estructura distinta a la real. Poder, para que al observar el edificio construido éste sea contemplado en toda su extensión. Belleza, sabiendo poner ornamentos donde sea posible. Vida, pues la arquitectura dependerá de la vida intelectual que nos revele, esto dará al espectador la impresión de una fuerza viril de trabajo. Memoria, pues la obra arquitectónica debe hacer recordar, convertirse en un monumento. Obediencia, para ser fiel a una escuela nacional.